Una de las mayores decepciones que he sufrido en años recientes es descubrir que mis amigos son como mis pacientes. Sirva la broma (?) para reflejar la burbuja que en determinados momentos tengo la sensación que existe entre los médicos y el resto de la sociedad. A veces como resultado de una histórica tradición donde el médico, el cura, el alcalde y la guardia civil eran los poderes fácticos del pueblo Otras porque la sociedad nos ve como corporativistas, cripticos, distantes. Y muchas otras porque los profesionales nos encargamos de contribuir a ello con frialdad en el trato, subestimando a la persona que tenemos enfrente y otras actitudes parecidas.
Tener la oportunidad de compartir café y tertulia con personas como Iñaki Murua, Josu Garro, Mikel Agirregabiria, Naiara Perez de Villarreal, Fernando Canales y Rafa Olalde y poder escucharles y aportar algo fué una experiencia muy interesante. La idea impulsada desde hace unos meses por los tres primeros me parece fantastica. Muchos de los asistentes el otro día han dado su versión de lo alli ocurrido desde su atalaya y poniendo el acento en lo que más han considerado relevante. Les admiro también por ello porque cada día que pasa me parece más dificil sintetizar, resumir o abarcar todo lo allí comentado y, sobre todo, todas las reflexiones que van surgiendo continuamente desde entonces. Si tuviera buena memoria tendría material para escribir en este blog por lo que queda de año con lo que allí se dijo.
Asi que me quedo con hacer de este post una celebración de la comunicación. En torno a un café, delante de un teclado, a traves de una pantalla tactil o de la forma que sea. Todas ellas se complementan y casi diría que se enriquecen unas a otras. Comunicándonos nos conocemos, sabemos de nuestras inquietudes, de nuestras dudas y de nuestras expectativas.
Sospecho que mis contertulios son igual que mis amigos, o sea, como mis pacientes. Así que escucharles a ellos fué enriquecedor no solo personal sino también profesionalmente.
A mí también se me hizo corto.
Tener la oportunidad de compartir café y tertulia con personas como Iñaki Murua, Josu Garro, Mikel Agirregabiria, Naiara Perez de Villarreal, Fernando Canales y Rafa Olalde y poder escucharles y aportar algo fué una experiencia muy interesante. La idea impulsada desde hace unos meses por los tres primeros me parece fantastica. Muchos de los asistentes el otro día han dado su versión de lo alli ocurrido desde su atalaya y poniendo el acento en lo que más han considerado relevante. Les admiro también por ello porque cada día que pasa me parece más dificil sintetizar, resumir o abarcar todo lo allí comentado y, sobre todo, todas las reflexiones que van surgiendo continuamente desde entonces. Si tuviera buena memoria tendría material para escribir en este blog por lo que queda de año con lo que allí se dijo.
Asi que me quedo con hacer de este post una celebración de la comunicación. En torno a un café, delante de un teclado, a traves de una pantalla tactil o de la forma que sea. Todas ellas se complementan y casi diría que se enriquecen unas a otras. Comunicándonos nos conocemos, sabemos de nuestras inquietudes, de nuestras dudas y de nuestras expectativas.
Sospecho que mis contertulios son igual que mis amigos, o sea, como mis pacientes. Así que escucharles a ellos fué enriquecedor no solo personal sino también profesionalmente.
A mí también se me hizo corto.
P.D. ya hablaremos en otro momento si incluimos también a los maestros entre los tradicionales poderes fácticos. :-)
¡La tertulia con dos médicos, como tú -Iñaki- y Rafael Olalde, y algun@s bloggers fue amena, inspiradora y terapéutica!
ResponderEliminar¡Gracias por vuestra participación, y seguimos leyéndonos!
Saludos cordiales,