Personalmente para mí aquella fue una experiencia que me sirvió para aprender sobre conceptos, ideas y sobre todo valores de ésto que se ha llamado la web social. Aprender haciendo que es una buena forma de aprender. Que cada una de las personas que se prestó a colaborar con nosotros dedicara un tiempo, que nunca sobra, a compartir sus ideas y propuestas con nosotros con el propósito de hacer reflexionar sobre distintos aspectos de lo que podríamos llamar salud 2.0 me sigue pareciendo fascinante. Sanidad híbrida fue de todos y todas aquellas que echaron una mano y de aquellos y aquellas que la "adoptaron" como suya y contribuyeron a difundirla. Conseguir que una idea fuera apropiada por tanta gente es lo que más satisfacción produce al mirar atrás.
Aprendí de lo que se escribía en aquellas entradas y aprendí algo de diseñar un proyecto, solicitar colaboración, difundir la aportación de cada día, etc..Aprendí la práctica a la vez que la teoría y eso fue impagable. Hablamos de compartir conocimiento, de trabajo colaborativo, de una manera distinta de hacer las cosas, de construir y apoyarnos, de conocernos más los unos a los otros, tanto personalmente como desde el punto de vista profesional, etc...y veía, cada día, que eran términos que estaban muy presentes y que eran muy reales.
Y aprendí mucho de Raquel, con la que tuve el gusto y la suerte de trabajar. Ella sabe, que se echa de menos a sus demonios y que hay una invocación constante a que vuelvan a aparecer.
Y..¿qué queda de sanidad híbrida y todo lo que se habló, un año después?
Quizás es algo que queda pendiente para otra entrada...pero es una pregunta que estos días me echo en más de una ocasión y que quién quiera puede responder.
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