martes, 20 de noviembre de 2012
PSA
Como si estuviera en una montaña rusa el PSA sube y baja. Aunque ahora sube y sube, y cada vez más se agotan las esperanzas de que vuelva a bajar. Eso, unido a la emoción a flor de piel de esa familia hace difícil que uno no acabe empatizando. Pero esa misma intensa emoción, presente a ratos, latente siempre, les ha convertido en una "familia coraje"
Su determinación a luchar y afrontar el problema con los medios que sean es lo que hace que estemos dónde más de uno le había pronosticado no estar hace algún tiempo.
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