Un relato que provoque un cambio en el modo de pensar de la gente tiene que estar fundamentado en la razón, dibujando con argumentos el mapa del nuevo escenario deseado, Pero los razonamientos deben de estar fundamentados y complementados por datos provenientes de la investigación y la recopilación de datos que apoyen el sentido deseado del cambio.
Un "relato" que no carezca de un componente afectivo. Que tenga resonancia. Que a las personas que lo escuchan les parezca que es necesario, que parece encajar en la situación actual. Que pueda ser contado de diferentes maneras y representado de formas diferentes, buscando que esos diferentes modos y maneras se complementen y refuercen. Un relato que sea capaz de tener en cuenta la fuerza de las diversas resistencias que se encuentre y que pueda enfrentarse a ellas saliendo airoso del debate.
"No es fácil conseguir un relato que se escuche. (..) Un relato debe tener suficientes elementos familiares para que no sea rechazado de inmediato y al mismo tiempo debe de poseer suficientes rasgos distintivos para llamar la atención y captar el interés" dice H. Gardner en su libro.
Un relato transparente, sin dobleces, cierto y creíble, motivador y atractivo. Y líderes que lo cuenten.
¿Conocemos el relato de los nuevos tiempos en sanidad? ¿Y en salud 2.0?
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