martes, 5 de abril de 2011

Soñando en la sala de espera

Observaba el otro día el comportamiento de la gente mientras esperaba su turno en una sala de espera de una consulta médica. A medida que transcurría la mañana y aparecían el retraso, los indemorables, los imprevistos, el ambiente iba variando y en determinadas ocasiones derivaba la situación a un ambiente de queja.
En pleno "pim pam pum " pensé que el buen funcionamiento del sistema sanitario depende también en gran medida de sus usuarios, o sea, de los pacientes. Me daba la sensación de que primaba el YO en aquella sala de espera. La gente pendiente de que nadie "se colara", la enfermera cada vez que salía tenia que atender a varias consultas que apelaban a situaciones personales que era previsible que se abordaran luego dentro de la consulta, todo el mundo contando al menos una experiencia negativa en alguna consulta médica..

Pensé que me gustaría que las aproximadamente 1500 personas que forman mi cupo, lo vivieran de un modo distinto. Que se sintieran partícipes de la dinámica de la consulta, que respetaran las normas: las formales y las informales, menos explícitas, que cada profesional determina para el funcionamiento de la consulta. Ya puestos a pedir, que ellos también de alguna manera fueran los que colaboraran en ellas.
Que tuviéramos todos asumido que si un día hay demora será por una causa que igual no pueden comprender pero no por desidia del profesional, del mismo modo, que se asumiera que si alguien solicita que se le atienda de modo urgente es porque algo le preocupa de modo importante y no por comodidad o por conveniencia.
En definitiva, que los pacientes tuvieran también una actitud activa , participativa y responsable en el uso de la sanidad. Que fueran conscientes de que el mal uso que puedan hacer ellos del sistema de salud repercute negativamente en sus conciudadanos. Y viceversa. Éso también es empoderamiento y educación para la salud.

En éstas cosas estaba soñando, perdón, pensando, cuando nos tocó pasar a consulta.


3 comentarios:

  1. con la venia, yo hablo desde el punto de vista del que le ha tocado pasar mucho más tiempo en salas de espera que en consultas médicas (tal vez por no haber hecho medicina...) y ni en esas ocasiones ni en otras me paro a pensar qué es lo que piensa el o la médico que está dentro, es más, diría que doy por hecho que lo que tienen en la cabeza es ir resolviendo las consultas de los pesados de los pacientes.

    uno no tiene la sensación de que va a "su" médico, sino de que va a ver quién lo toca esta vez y cómo tiene que contarle sus males para que le haga caso (también hablo desde el punto de vista de un hipocondríaco crónico). uno se siente a veces tratado como trata a sus hijos: "eso no es nada, hombre, espere a que se le pase" y eso puede ser un estímulo para la exageración o, directamente, la mentira, a veces es inevitable pensar que a los médicos de familia les castigan en caso de una derivacion a un especialista.

    nunca un médico se ha disculpado o ha dado una explicación por recibirte 40 minutos tarde o por haber dejado pasar antes a otro; ni en osakidetza ni en el imq me han recibido nunca a la hora (ni siendo el primero de la lista!) ya sé que es mucho pedir que tu médico se interese por ti (soy uno de 1500) pero es que en 2011 todos somos muy exigentes. la dinámica y los comportamientos de unos y otros nos llevan a situaciones como la del "dilema del prisionero" http://es.wikipedia.org/wiki/Dilema_del_prisionero, es difícil ver que estamos en el mismo equipo.

    creo que no son males propios de la medicina, es algo mucho más general, creo que hoy admitimos que nuestro dinero se despilfarre pero no que se nos cuelen en la cola de la frutería, no te digo ya del médico... todos somos usuarios de los servicios públicos, los necesitamos y les debemos mucho pero como es de todos... no los cuida nadie, si podemos, tratamos de privatizar su uso mirando sólo por el provecho propio.

    a todo esto, y prescindiendo de contar mis experiencias positivas con los médicos (no tenga una mala imagen ni de ellos ni del sistema, sólo quiero hablar desde otro punto de vista), reconforta ver que los médicos, algunos cuando menos, ven más allá del talonario de recetas y son capaces de pensar en la cómo puede ser la relación con el paciente, con el sistema, con su propio trabajo. tal vez osakidetza podría incluir en sus programas de formación un "training de sala de espera" para que sus profesionales puedan reflexionar desde el otro lado de la puerta de su consulta... ahora, el problema es ¿quién hace reflexionar al paciente?

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  2. Me parecen muy interesantes algunas de las cosas que dices. Me reafirman en la idea de que tenemos mucho que aprender de los pacientes.
    Creo que hay un reto por afrontar que es eso de hacer co-partícipe al paciente.
    Y me parece una buena idea la del "training de sala de espera"

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  3. Alguién que también escucha en la sala de espera.
    http://www.diariovasco.com/v/20110331/san-sebastian/sala-espera-20110331.html

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