Muchos son los retos a los que, hoy en día, nos enfrentamos como sociedad frente al SIDA y la infección por VIH. Los tiempos económicos que vivimos condicionan también en este campo una disminución de los recursos para la investigación de dicha enfermedad. Más allá de lo puramente biomédico, las asociaciones y colectivos cuya labor es muy importante en atender, concienciar y sensibilizar a la población sobre este tema, denuncian un aumento del desinterés que los organismos públicos en colaborar con su trabajo.
El estigma social de las personas que son portadoras del VIH no ha desaparecido. Lo preocupante es que, liberados del miedo a lo desconocido y lo incontrolable, tenemos capacidad de mirar para otro lado y consideramos que está todo bajo control. Siguen existiendo sin embargo, personas y grupos de riesgo que necesitan apoyo y asistencia por las dificultades y barreras que tienen para acceder al sistema sanitario.
Mirar para otra parte..o no mirar a ninguna. Los datos epidemiológicos nos siguen mostrando la tendencia de que la propagación del VIH sigue siendo mayoritariamente a través del sexo, tanto homosexual como heterosexual a partes iguales. Y es entre los 20 y los 50 años el grupo de edad con más prevalencia de los nuevos diagnósticos. Conocer estos datos debe llevarnos a la conclusión de que nadie está exento de poder contagiarse. El reto está en pensar en las personas que pensando que es un problema que "les ocurre a los demás" no conocen ni toman las medidas necesarias cuando tienen relaciones sexuales. Y en el personal sanitario en no pensar en que cualquiera de las personas que pasan a diario por podría estar expuesto a contagiarse.
Dejamos aquí el enlace a los datos que sobre la infección del VIH referentes al 2011 y al País vasco están colgados de la página de Osakidetza y también aquí información para la ciudadanía sobre el VIH, propagación y medidas preventivas.
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